Jorge Montenegro, el hondureño amante de las historias de terror detrás de Cuentos y Leyendas de Honduras.

Honduras está lleno de personajes interesantes que hacen que nuestro país brille de forma inigualable, todos ellos han hecho algo grandioso que los ha vuelto parte de la gran historia de esta nación pero a decir verdad, muy pocos se han adentrado a explorar en el mundo sobrenatural que conforman las decenas de leyendas que hoy en día forman parte del folclore de Honduras y uno de esos pocos fue el gran Jorge Montenegro, un famoso periodista catracho que fue y sigue siendo todo un personaje en el mundo paranormal, hoy conoceremos su historia.

Don Jorgito, nació en la ciudad de Tegucigalpa un 15 de febrero de 1940 y era conocido por el gran cariño de sus seguidores, fue uno de los personajes más míticos e ilustres que han existido en la radiodifusión en toda Honduras, hablamos de un hombre que era polifacético con muchos talentos, entre los que destacaban el ser periodista, folclorista, columnista, guionista, pintor, actor, humorista e investigador de misterio. Desde siempre fue un amante del tema sobrenatural y fue esta innata inquietud por el tema paranormal que lo llevan a crear varios programas orientados a dicho tema, entre los que figuran El Reportero Fisgón, Conversando con mi Barbero y Misterios y Algo Más.

Nace un legendario programa: Cuentos y Leyendas de Honduras

Pero de entre estos programas hay uno que alcanza una mayor aceptación entre la audiencia que lo sintonizaba día a día, este se volvió si programa más emblemático y este se llamaba Cuentos y Leyendas de Honduras, un programa que se volvió legendario en todo el país y el cual ha logrado mantenerse al aire por muchísimos años, más de 50 años. La dinámica del programa siempre ha sido bien sencilla pero también efectiva y sobre todo muy contundente, en dicho programa Don Jorge narraba a forma de radio novela los distintos cuentos e historias sobre fantasmas, seres sobrenaturales, pactos con el diablo, apariciones y cualquier hecho paranormal.

Al programa la gente podía enviar sus historias y el mismísimo Jorge Montenegro las leía en vivo luego de darles la redacción más adecuada para que la historia sonará más clara al radioescucha, muchos enviaban por medio de cartas sus historias, otros las contaban ellos mismos en vivo con toda la emoción que esto les provocaba. Las historias llegaban de todas las partes del país y eran de todo tipo de encuentros paranormales, con la Sucia, La Llorona, niñas secuestradas por el Duende, El Jinete sin Cabeza, Brujas, El Zipitillo o encuentros con el Cadejo y el mismísimo Satanás ofreciendo pactos, eran de las historias más populares que llegaban al programa de don Jorgito.

El impacto y enorme éxito del programa fue tanto que su audiencia crecía cada día más, miles de personas se sentaban alrededor de una mesa con la radio y la luz de las velas para escuchar el programa del señor Jorge y así hacer llorar de miedo a más de algún niño en esa hora. El señor Montenegro pronto tuvo que crear un historial de todo lo que se narraba en su programa de radio y así es como llega a escribir 4 libros de Cuentos y Leyendas de Honduras, se produjo una serie de comics y hasta una película sobre el tema. Su éxito creció no sólo dentro sino también fuera de Honduras y sigue siendo relevante.

Don Jorgito como persona.

En cuanto a Jorge Montenegro fuera de su programa, se comenta que fue un hombre de gustos sencillos, un gran lector y un gran amante del café catracho, era una  persona muy amable, siempre dispuesto a escuchar y platicar sobre cualquier tema con las personas, se podía sentir su calidez como humano. Pero hablar con el sobre temas paranormales era nunca darle fin a la conversación, su cabeza vivía llena de duendes, Brujas, extraterrestres, fantasmas, demonios y espíritus chocarreros sobre los cuales podías hablar por horas y horas.

Desafortunadamente don Jorgito ya no está físicamente en este mundo, falleció el 08 de febrero del 2018 producto de una larga batalla contra el cáncer pero ese magnífico legado que nos ha dejado, el haber escuchado todas esas historias terroríficas que nos hacían temblar pero que a la siguiente semana estábamos listos para escuchar sin olvidar el miedo que nos provocó la historia de la semana anterior.